miércoles, 13 de diciembre de 2023

ELIXIR ES LA MÚSICA (silva)

 

                   A Pablo Sánchez, gurú del jazz


Elixir es la música,

un diente de ajo tostado por cena

y una canción sobre la mesa bastan

para un cigarro consumido en sí.

Coltrane, Sanders y Miles

trompeta y brioso sax  

que su dolor gustoso los digita

al dulce sorbo del mezcal ahumado

entre vasos en vela consumados

en crucecitas de acidez variada,

cuya transparencia vitral del ojo

rumor de palabra es.

Se arrastra en pergaminos y papeles.

de corcheas y claves anodinas

que expanden con su rima

terrazas alumbradas.

Lianas de neón en esas ventanas.

Lianas son, floripondios en racimos

abajo en mi almohada

que habrán de apaciguar el griterío

de una urbe ennegrecida.

Suicidas grises, en andenes van.

Suicidas negros en vagones vienen.

Dorados candelabros y el voltaje,

es un desvanecedero aquel viaje

en la valva que el gran gusano aplasta.

Mi único exceso ha sido

dejar que me posea bien la noche,

con toda su vehemencia

y toda su manía.

Además de su causal poesía,

el rayo curvo que chispea adentro

y apenas acaricia el manso viento

prensado en el metal.

A algunos los calcina 

mas a otros los eleva,

para degustar esas notas grises

de indómito magneto,

que acaso sea ungüento,

de música y consuelo

para aliviar al sol que llevo dentro

agusanado y triste

uno a uno entre mis huesos.


jueves, 9 de noviembre de 2023

AMECAMECA (silva)

       
               Detalle de un mural en la "Perulera", Tacuba, CDMX


Tan fruto y tan carne eres

que tanto habré de degustarte a solas.

Mujer que te embelleces

a cada paso dado sobre arena,

abstraída en ti, inmersa y tan cautiva,

dueña eres de la tierra

del tiempo roto en el curvado péndulo.

Te veo en esos antros,

en los tianguis y aceras,

Te veo en Venecia o en Amecameca,

en París o en Noruega,

de tez mediterránea te anhelo,

culminada a párpado bronceado

de pálidos embrujos y perfumes,

te veo en mis húmedas almohadas.

Me cautivas hondo y hondo me consumes

con la malla del liguero y el encaje

que enredas y que ajustas

a las nocturnas redes de tus piernas

o al mousse crepuscular de tu cabello.

Hembra mía, radiante,

hechicera ojidulce,

dadora de caricias terciopelo

en negación a tus prístinas uñas.

Abrevaré de tu cauce en la punta

y calidez del seno.

Mujer mía, es verdad,

que todos esos cisnes

se parecen demasiado a los ángeles

y verdad que soy yo

lo más cerca y semejante a los cisnes,

pues nuestra filiación

es por un hilo de luz en picada

al fondo del océano,

con seres condenados

al oscuro ritual de su descenso.

Fémina de atunados labios, dama,

rajada vulva que ama

al respiro leve, al compás inverbe

al tacto de mis sueños.

Empieza a clarear esta mañana

y te veo a mi lado.

Cambié para ti diez gotas de sangre

por una sola de semilla láctea

que ofrecí solemne sobre tu espalda.

Recogimiento en flor,

el ideal y el eros

de nuestra carne conjurada en carne.

Lo único que yo he podido tomar

de vetustos y agrestes callejones,

es esta sombra que arrastran mis pasos

bajo épicos balcones.

Mujer, ya no regreses,

deja la memoria serena, intacta

pues tienes mi bufanda

y un par de alunadas noches en velo.

Recordarás esta verdad por siempre:

todo corazón nace ya ocupado

por el constante anhelo

de amar o ser amado.


jueves, 19 de octubre de 2023

NUBE

Transitan los segundos

con su realidad exuberante,

palpitar efervescente

de un naranja anochecido.

Al evaporarse

los sinuosos cuerpos de la nube

me revelan su azaroso cisma:

Saber que del mundo es

la mayor desgracia

el proclamado amor,

por sumirnos

en letargo inmemorable.

¿De qué extraña sustancia

está hecho el amor?

Perpetua búsqueda,

desdicha inmarcesible.

¿Quién eres para provocar

a este frágil cuerpo

incitándolo a la llama?

Si antes de ti fui quietud

que te respondió sumiso,

casi vencido.

Ahora vienes a mí

en este ocaso,

siempre altivo

con tu vivo rostro

de sensual locura.


miércoles, 11 de octubre de 2023

TETRASÍLABO

Los pequeños

alaridos

diminutos

mis aullidos,

un placer

destajado

por el filo

del olvido

y la ausencia

de mi yo.

 

Del silencio

del abismo

los gemidos

de la noche

en los nidos

de los búhos

y sus lechos

ya vacíos

por el paso

del dolor.

 

Vaticinios

de mi suerte

las lechuzas

que retozan

 ya cansadas

ya furiosas

ante el sueño

de la muerte.


viernes, 29 de septiembre de 2023

IMPERCEPTIBLE

Amar calladamente

como lo hacen las flores,

guardando su perfume

primigenio

que sólo perciben

los amantes.

Me miras

desde tu blando capullo

al rozar

mi ferviente dedo

el rincón donde gotea la noche

y alumbra tus dones

con aromas lácteos.


viernes, 11 de agosto de 2023

EL BALIDO DE LOS DIURNOS

 

 A Roberto López Moreno, el laconista         

           mayor, con amistad sempiterna.  


Puedo más por lo que callo 

que por lo que digo, 

porque soy un hombre de humo

un hombre empostado en la ceniza 

dotado de grises dominantes

que espolean el sarro 

entre las uñas.

Grises que rasgan 

las innúmeras caretas

y sus aletargados guiños,

cuya tolvanera de nombres

se diluyen en el anonimato.

Pero escuchemos.

Hay un gemido fluorescente

en las auroras,

un dolor que encalla 

trás el roto párpado 

de toda consumada arena. 

Roberto, tú conociste 

al cisne de los diurnos,

al prodigio del verbo citadino 

que ahora descansa en San Isidro.

Reposa solemne  

en esa pequeña tumba, 

lo sabes, 

tumba en la que sólo cabía

el cuerpo de un niño 

allá en Azcapotzalco.

Mas la grandeza no es de cuerpos

porque si de ello se tratara 

la danzante llamarada 

no sería sinónimo del fuego,

pues la poesía 

ha recostado en su regazo

únicamente a los puros 

y a los desahuciados. 

La obsidiana que en punta penetró 

su curvado cuello de mármol 

también se quebró 

de tanta libación y sacrificio. 

¿No fue acaso

enemigo suficiente el hambre?

¿No fue suficiente 

el sol en sus espaldas? 

Lengua de infinitas sequedades

que afiló su labia

en todo lugar que iba,

el poeta diurno y troquelado,

se ataviaba con la piel del viento.  

Estuviste en la morada

donde la paz venció a la guerra

y el trocar de su lengua 

se decantaba en máxima belleza,

sólo disponible,

para menesterosos y olvidados. 

Recuerda, maestro del Ábrara que,

cuando el cisne de los diurnos se marchó

hubo señales crísticas

y este mundo no había retumbado tanto 

como aquella tarde 

en la cúspide del Gólgota,

ni con tanta virulencia

al haber constatado 

la ausencia del crepúsculo 

en los pulmones del poeta

Juan Bautista Villaseca,

quien escuchó el balido de la muerte 

que también píaba con mesura 

antes de reclamar 

lo que ha nacido suyo. 

Esa mirada se tornó al vacío 

y le fue construyendo barrotes de seda,

crisálidas de once varas

con finísimos hilos

para no percibir el contacto

del común sentido. 

Deambulaba encorvado 

en la mocedad de sus minutos,

pegado a su bóveda labial, 

el encumbrado verbo,

que llevaba una herida

demasiado abierta al rojo vivo 

que parecía no querer sanar

sino abrirse mucho más. 

¿Logró acaso con con sus versos 

consolar al Hijo del Hombre?

¿Le habrá donado la sandalia rota 

que calza el pie del indigente?

¡Que la tierra insista en retumbar

cada vez que nos deje huérfanos de luz!

¡Que la tierra se derrumbe 

y que llore nuevamente!

Que venga la tormenta 

con su espuma

y las ámpulas de su boca   

con intenso vendaval. 

No importa

que las llagas de la tierra

escarifiquen con sueños 

nuestra piel.

No entristezcamos

pues se quedará entre los mitos 

la sensualidad de una muerte prematura

y beberemos todo su bidón 

de agua lustral

atrás de los sepulcros.

Obedeceremos los verbales designios 

cuando los dejá vùs 

se agolpen en las sienes. 

Porque sólo un hueco bastará

y un puñado de amistades 

en la justa entrada de lo inmenso,

pues los poetas siguen siendo niños 

jugueteando con sus versos,

con toda su esencia  

y con toda su rabia  

contenida en su inocente corazón.


lunes, 31 de julio de 2023

LA SED


El piar de la nostalgia

que en el nido aguarda

en famélica postura

a su madre triturada

por la ausencia de los ríos

en ese desecado pico suyo.

En mi jardín le procuro

un barandal y una pileta

a la golondrina,

y la frescura diamantina

de la esperanza

para que acaricie el vuelo

con nuevos bríos.

Les procuro a las aves

el privilegio de una sed saciada

e incolora.

También a las hadas

con sus alas rotas 

por estrellarse con la realidad

y una lógica enmohecida

bautizada con salitre.

Le procuro a todo ser alado

un descenso sin colmillos

o la asfixia por instinto

al capricho de mi gato.

Porque necesito de sus cantos

apenas me despierto,

para que endulcen

la amargura estática

y el albedo en la mañana

ya sin sol ni carnavales.


lunes, 26 de junio de 2023

EN TREN

 


En tren me iré

con ese retumbar de hierro

cuyo carbonista corazón

se evapora en éxtasis y gozo.

Me cubrirá la herrumbre,

si no se le adelanta el viento

con sus martillos resonantes.

Versificaré

la liviandad de sus vapores

en cada vagón errabundo,

para bramar

en sus innúmeros durmientes

estos cánticos humeantes.

 

En tren me iré

al encuentro

de los deliciosos óleos de su cuerpo,

porque si de sufrimiento

ha de tratarse este juego

del ocioso devenir,

prefiero adormecerme

en el resquemor

de una cintura viajera.

 

Arrojar mis anhelos

tras las encurvadas vías

o hacia la nada,

me daría igual.

Ser un orgulloso mendicante

que nada espera del futuro,

porque en cada manera

tan rudimentaria del decir,

sin el decir sonoro,

musitaré que nos deseamos

para recorrer el mundo.

 

En tren nos iremos

al encuentro con el horizonte.



Foto: Hans Giébe en la Locomotora Niágara, número 2308, en la antigua estación de ferrocarril El Mexicano, en Pachuca, inaugurada en 1883.

lunes, 8 de mayo de 2023

EL ASCETA

Un extraño sueño es esta vida

absolutamente amargo,

a decir de los ascetas,

antes de su brusco despertar.

Ni reyes ni musas ni cantos

han podido comprar

un sólo ínfimo latido

más allá del que retumba

distraídamente bajo el tórax. 

Se elevarán contigo,

entre ronroneos violetas,

esos diminutos querubines negros

de pupilas infinitas.

Se elevarán contigo

las oscuras hadas del infierno.

Te arroparán inmaculado para llevarte

como se llevaron al profeta,

en un carruaje de fuego

y de pie sobre las nubes.

Quisiéramos estar

toda vez que gire

la gran espiral de los astros,

perdurar lo más posible

como la montaña y el desierto.

Pero lo perpetuo

no nos fue concedido,

tan sólo vastedades incrustadas

en estos ojos de quien sueña.


domingo, 16 de abril de 2023

OUROBOROS


La palabra cede

ante la conglomeración

de las estrellas,

a la vívida plaquette

que se expande

en el platino de la escama

cuando arquea sus sílabas

de la cola hasta la lengua.

 

Los remolinos le dan su forma

y predicen el giro infinitesimal,

mientras un navío que transita

por constelaciones

como buscando la gamuza

del helio y el dorado

resopla sus diáfanas velas.

 

Allá,

en el tumor anochecido,

expande la vida

su glamuroso matiz marcado

en el electrocardiograma

de un quásar insomne.

El carbón de fuegos estelares

continúa inmisericorde

en su cumbre pedestal,

pero a la vez hermoso,

en ese mar oscuro

con todos sus excesos.

 

Abraza

con las olas del silencio

al solitario faro indoblegable

ante los extravíos

de la sal atomizada

en la tempestad.

Soles rotos, desollados,

virtud de los vencidos

por el furioso cosmos

y su gran acantilado

que por garganta ostenta,

compasiva,

una diana que se angosta.


miércoles, 15 de marzo de 2023

IDUS



Mis idus de marzo son:

la premonición de las flores

y el activo de las equivalencias,

el testimonio

de todas las cosas muriendo

en su propio esplendor,

en el aquí y en el ahora,

augurio de un todo perfecto.

 

Nuevamente

el sol penetró cada poro

del volcánico tezontle

aumentando

su resplandor de brasa.

El filo de la obsidiana

acarició mi cuello

con el grácil ritmo

de una mariposa ebria

que pregonaba mi renacimiento.

 

Dejaré que se asiente el polvo

bajo los anhelos del agua

y como ostra habré de pulir

la pedrería de mis versos

en la caliza de mi paladar.

Su alfabeto timbra

un aura de quietud,

detona en las estepas

mucho más gloriosas

que el oro y su polen.

 

Dejaré que la primavera

estruja el tepetate,

como aquel hombre

que venció a la locura

en su propio territorio

con mandrágoras aladas

y el aullido triste del coyote.

 

Adonde sea que nos lleve la humareda

repleta de esporas y rimas,

adonde sea que nos guíe

la sombra de los zopilotes,

ese lugar habrá de ser eterno.


lunes, 27 de febrero de 2023

EL ESPÍA

Un gorrión oculto 

nos observa entre la malva. 

Si uno fuera transparencia, 

lo real nos parecería etéreo

como un ala de ventisca. 

Así, 

treparíamos andamios 

de alto voltaje 

hacia diáfanas alturas   

al otro lado de los muros

donde está lo incognoscible. 


Cantando 

y apegados al trino de la muerte,

dejaremos que el sol

transparente los trigos 

y nos colme 

con el esplendor de sus dedos

hechos de luz. 

Nosotros, 

con la pluma como cetro 

lo aniquilaremos todo  

con tan solo esbozarlo. 


Abrazaremos al lirio por el tallo 

que apenas asoma su loto

sobre el agua

para heredar un vasto reino

sostenido por cañaverales 

y juncos quebradizos. 


Muy cerca, 

imperios de humo levantados 

por voces que se arremolinan en los caseríos 

de grisácea mansedumbre 

se erigirán para anidarnos.


Un gorrión oculto nos observa 

y nos consuela. 

viernes, 6 de enero de 2023

FRIDA, DIEGO Y YO

 


En una mañana dominical,

Frida, Diego y yo

caminábamos bajo la floresta.

Frida se ofreció a cargar mi portafolio

con algunos asuntos legales

y poemas sueltos

escritos con pluma fuente,

a la vieja usanza y conforme

las tradiciones císnicas lo exigen.

 

Ella me preguntó

si era necesario seguir

la lucha por el pueblo,

arriesgarnos a que nos dijeran

anarquistas, chairos, comunistas.

Yo le dije

que era parte del destino:

Vivirlo todo,

experimentarlo todo,

incluso ser revolucionarios,

apóstatas, herejes, mártires,

pero que el vértice primordial

fuera siempre nuestro arte.

Arte con pinceles,

arte en los murales,

arte en la palabra,

arte en uno mismo.

 

Diego imaginaba

el retorno de las glorias pasadas,

en los recintos académicos

y los palacios nacionales.

Frida volvería a desnudarse

para ser plasmada,

si no por su propio pincel,

sí por la lente atónita

ante la glorificada musa.