Wednesday, 15 March 2023

IDUS



Mis idus de marzo son: 

la premonición de las flores

y el activo de las equivalencias,

el testimonio 

de todas las cosas muriendo 

en su propio esplendor,

en el aquí y en el ahora,

augurio de un todo perfecto.


Nuevamente

la luz penetró cada poro

del cándido tezontle,

aumentando su volcánico latido 

y el resplandor de la brasa.

El filo de la obsidiana 

acarició mi cuello 

con el grácil ritmo

de una mariposa ebria

que pregonaba mi renacimiento.


Dejaré que se asiente el polvo

bajo los anhelos del agua

y como ostra habré de pulir 

la pedrería de mis versos

en la caliza de mi paladar.

Su alfabeto timbra

un aura de quietud,

detona en las estepas 

mucho más gloriosas

que el polen del oro. 


Dejaré que la primavera 

estruja el tepetate,

como aquel hombre 

que venció a la locura

en su propio territorio 

con mandrágoras aladas

y el aullido triste de un coyote.


Adónde sea que nos lleve la humareda,

repleta de esporas y rimas,

adonde sea nos guíe 

la sombra de los zopilotes,

ese lugar habrá de ser lo eterno.

Monday, 27 February 2023

EL ESPÍA

Un gorrión oculto 

nos observa entre la malva. 

Si uno fuera transparencia, 

lo real nos parecería etéreo

como un ala de ventisca. 

Así, 

treparíamos andamios 

de alto voltaje 

hacia diáfanas alturas   

del otro lado de los muros

donde está lo incognoscible. 


Cantando 

y apegados al trino de la muerte,

dejaremos que el sol

transparente los trigos 

y nos colme 

con el esplendor de sus dedos

hechos de luz. 

Nosotros, 

con la pluma como cetro 

lo aniquilaremos todo  

con tan solo esbozarlo. 


Abrazaremos al lirio por el tallo 

que apenas asoma su loto

sobre el agua

para heredar un vasto reino

sostenido por cañaverales 

y juncos quebradizos. 


Muy cerca, 

imperios de humo levantados 

por voces que se arremolinan en los caseríos 

de grisácea mansedumbre 

se erigirán para anidarnos.


Un gorrión oculto nos observa 

y nos consuela. 

Friday, 6 January 2023

FRIDA, DIEGO Y YO

 


En una mañana dominical, 
Frida, Diego y yo
caminábamos bajo la floresta. 
Frida se ofreció a cargar mi portafolio 
con algunos asuntos legales
y poemas sueltos 
escritos con pluma fuente, 
a la vieja usanza, y conforme 
las tradiciones císnicas lo exigen. 

Ella me preguntó 
si era necesario seguir 
la lucha por el pueblo, 
arriesgarnos a que nos dijeran anarquistas, chairos, comunistas. 
Yo le dije 
que era parte 
de nuestro destino:
Vivirlo todo, 
experimentarlo todo, 
incluso ser revolucionarios,
herejes, mártires, 
pero que el vértice  primordial 
fuera siempre nuestro arte. 
Arte con pinceles, 
arte en los murales, 
arte en la palabra, 
arte en uno mismo. 

Diego imaginaba 
el retorno de las glorias pasadas,
en los recintos académicos 
y los palacios nacionales. 
Frida volvería a desnudarse
para ser plasmada, 
si no por su propio pincel, 
sí por la lente atónita
ante la glorificada musa. 

***