domingo, 7 de enero de 2024

DE VANADIO

 


            A mi hermano Michel, el oráculo 


Entre el vapor y la memoria 

me dijiste que no olvidara

cuando me bañaba en los pasillos

de aquella casa amarilla bajo el zapote,

donde había un jabón esperándome 

con su cuadratura fugaz

después de jugar con el barro 

en el riachuelo de la calle.

Que sería poeta

y que mis versos serían aguijones.

Que debía sumergirme 

en la ebullición de las aguas 

y los manantiales para sanarme.

Que mi color sería el rojo

como el vanadio latiente y el ocaso.

Que al sustraerme de la realidad

estarías allí para traerme. 

Que no regalara mis estrofas 

ni arrojara perlas al lodazal de los días.  

Que alguien más vendría tras de mí

para reemplazar los horizontes.