lunes, 14 de noviembre de 2022

El bonsai y la catana (soneto)

                 


 










             Para Martha Obregón Lavín

              con amistad y afecto. 


Hoy me siento más cerca de las letras 

que de la propia carne de mi cuerpo.

La misma carne que aprisiona lento

en el invierno de praderas quietas. 


Hoy me vino el vino de un haiku suelto

como una flor en el cerezo envuelta

en meditación su profunda e incierta. 

con sus tres versos de katana puestos. 


Su imagen es un saque apetecible. 

Bajo el bonsái y de capilar funesto, 

un samurái con armadura y sable. 


Me siento tan alejado del resto 

de cuya letra es grieta venerable 

y mi poesía un cantar modesto.