A la mujer de los pinceles de oro y humo
Y
me preguntas:
"¿por
qué te gusta vivir así?"
Porque
desde antes de mi nacimiento
los
arcanos fueron arrojados con vehemencia
sobre
las constelaciones,
y
me tocó el número imposible,
la
marca discreta de lo pulcro.
¿Por
qué me gusta vivir así?
Porque
así me enseñaron los bardos,
a
cantarle dulcemente a los vacíos
y
a las flores.
Me
adiestraron para apaciguar mi sed
en
las riadas invisibles
que
surcan los desiertos,
y
que se equilibran
como
el vino ardiente
en
el filo de la copa.
¿Por
qué me gusta vivir así?
Porque
no tengo otra manera de extraer
esa
ínfima molécula esencial
si
no es a través de la poesía,
y
no me interesan
otras
vidas microbianas del respiro...
todas
me parecen del color de la ceniza,
ecos
lejanos,
una
hoja seca cayendo
del
cadáver de un árbol.
Muchos
están condenados
al
desbaste irrefrenable de su rostro,
al
eterno cotidiano, al olvido.
Yo,
me sustraigo a lo funesto,
de
esa vil tragicomedia.
¿Por
qué me gusta vivir así?
Porque
Saturno cortó el cordón
y
las musas me amamantaron
sin
dejarme fenecer
en
este despreciable mundo,
dándome
en la boca
el
maná viviente de su verbo.
Deleito
mi vida así,
a
la vieja usanza del bohemio,
porque
de otra manera,
perdería
mi diálogo
con
el astro y la cigarra.
Me
gusta vivir así
porque
nutro la raíz de los abrojos
y
las bellas nebulosas.
Resguardo
los topacios
y
las gemas de mis sueños.
Yo
elaboro mis carbones
con
los dedos de los sauces
para
sombrear todas mis formas.
.
Vivo
así, porque hace mucho
que
estaqué mi yerto corazón
en
el tórax de un bosque en Alemania.
Lo
recuerdo.
Allí
se quedó,
como
un hongo palpitante.
Y
le adjudiqué mi libertad
bajo
el testimonio del viento
y
las estrellas.
Fui
ambicioso,
dejando
todo por Calíope.
¿Que
por qué me gusta vivir así?
Porque
quiero seguirle el paso a mi destino
y
no pudrirme
en
los vastos campos de la nada.
¿Por
qué me gusta vivir así?
Porque
soy poeta
y
eso no amerita
la
menor explicación.