domingo, 25 de agosto de 2024

QUE SEA EL OLVIDO

 

Que sea el olvido 

el más letal de mis desprecios.

Ante tu sapiencia de témpano,

calculadora dama,

la media vuelta es cura. 

Ni una mirada 

merece la flor que al poeta 

no devuelva la sonrisa,

ni una palabra 

merece el silencio.

Todo se ha volcado en ruinas, 

los tesoros de Urano,

la desbocada aurora 

que nos empuja a su abismo.

Un griterío de insomnes

que a nadie deja descansar

y arrastra cierta soledad dolora,

que en maledicencia mía,

te arrojó para que vuelvas 

a mis brazos,

porque posees por esta vida

el mismo hastío que yo,

por esta niebla 

que en su vapor se obstina,

el mismo hartazgo  

por las cosas,

por los seres

y por cada minucia que flota 

en la opacidad de tus ojos

que maltratan hondo.

Es por ello,

que sea el olvido 

el más letal de mis desprecios.

viernes, 26 de julio de 2024

PROMETEO (soneto)



Encadenado Prometeo yace,

el titán con la entraña renovada  

que eviscera diario la garra alada  

y castigarlo una y otra vez le place.  


Brisa de mar que alivio da salada 

y al cielo no permite se destace

a ese ladrón del fuego que renace

sobre cada suspiro en alborada. 


El hígado trozado les complace

pues le robó a Helios la chispa forjada 

y ser del hombre su inmortal enlace.


Benefactor de la flama dorada

encadenado Prometeo yace

por bien burlar la voluntad sagrada.

jueves, 27 de junio de 2024

REPLEGADA

 Paseabas nostalgias

tomando de la mano

a tu más preciosa memoria,

cuando niña,

cuando pura,

para juntas recorrer

el doblez de la blancura

en adormecido silencio

como suspendida

entre las negras

cavidades de las horas.

Cosechando

restos de cristales

de lo que fuiste

y lo que soñabas.

 

¿Para qué despertar?

si la inocencia de tus ojos

se volvió una huella.

Cerrados miran

tan iluminados

sobre pliegues

y dunas de seda.

Caminaremos

En esos desiertos

hartos de amores olvidados.

Abre tu mano,

entrelázame,

pero no despiertes

para mí

ni para nadie.

miércoles, 29 de mayo de 2024

UN OCASO


Qué sol tan melancólico

se posa ya en tu párpado,

viento que arremolina

atado a tus oídos.

¡Cuánta vastedad hay

detrás de aquellas nubes

de ingrávida semilla!

Sus espinas de luz,

traslúcido cabello,

ociosa evanescencia,

figuración acaso

detrás de los castillos

de ese rubor flotante

donde hartos se doblegan

en lúgubres campanas

y el magma evaporando

en caireles de ilusión.

La sangre borbotante

embarrada en la cúspide

de rojas transparencias 

diluyendo su escarcha

penetrando a los vivos

sin pudor.

Quizá las olas vuelvan

del mar algodonado

sus vastas cordilleras

mirando hacia la tierra

y toquen nuestros pies.


martes, 9 de abril de 2024

EL TRIÁNGULO DEL HAMBRE (silva)

.                       Lectura en el Museo de la Memoria Indómita, CDMX

¡Oh, roja Palestina!,

¿es acaso la guerra 

una muesca interminable del odio?

¿Acaso es el fusil

el diestro espolón de una rabia huera 

que aún no termina de asentarse hondo 

en nuestros corazones?

¿Qué habrá sido de aquellos buenos dones

con los que bien jugaban nuestros padres

que por hogar tuvieron frías cuevas 

y raían el músculo bisonte 

con su benevolencia

esperando el estruendo de lo inerte? 

¿Quién trajo el odio, quién?

¿Quién hundió al mundo en tanta podredumbre?

¿Sangre en vez de vinagre,

cruel y proterva la mano del hombre?

¿Rojizo es ese triángulo del hambre?

¿Quién mantiene asfixiada a Palestina

bajo la ira y el dolor?

¡Oh, negra Palestina!  

el karnyx vocifera un viejo caos 

muy propio de las plagas de Occidente,

moscardones de muerte,

alaridos y espiga 

que en su solemne velatorio instigan 

a hundirnos en las brasas.

A los por qués de un niño

cuando sádico el mundo lo fustiga 

con brutalidad e ira.  

¡Resiste Palestina! 

y recuerda aquellos hijos de Kush

a los fieros Hachemí y los Omeyas

que se encomendaron a las estrellas 

para derrotar al ser de la nada

y la esa infesta herida compartida,

semíticas estirpes,

mientras una manada

de ensangrentada encía y de ritual 

resuella en la matanza y los escombros.  

¡Oh, verde Palestina!,

no tengo minutero

para medir las dagas que resistes, 

yo miro la longitud de mis uñas

y el pico roto de las horas tristes

dentro de esta gran jaula

de zozobra y de furia. 

¡Ya cuéntame del fuego!

¿Qué hay de esa bella alfombra en llamaradas  

que pisan los poetas?

¿También fundaron reinos bajo tierra

donde todo reverdece en oasis

ausentes de grilletes y cadenas?

Libertario el poeta 

contra el desdén, el ego y la codicia

del que hurta los zapatos del cadáver

y el dedo en el revólver

lanzando sus misiles de malicia 

sobre ese grueso muro de las penas 

en donde se consuman genocidios. 

¡Oh, blanca Palestina!,

el desierto es tu maestro y refugio, 

un resguardo y una casa bajo el sol, 

tu hogar y tu coraza.

El día en que mis huesos incendiados 

ofrezcan a la mar 

su calcio dominante a los abismos,

caerá el sacro dron y su sionismo, 

todos los buitres broncos

con sus alas y cuellos fracturados

a la orilla de las agrestes dunas. 

Cierto es que eternidad hay en la pezuña,

en la doliente carga de la bestia,

eternidad de polvo acurrucado. 

Divinidad hay en esa luz que cruza

los pueblos enclavados 

en esas montañas que el viento abraza, 

y porque tan cierto es,

que a la par de los rústicos sepulcros, 

indoblegables nacen nuestras flores.

sábado, 23 de marzo de 2024

ÓVALO




Déjame poseerte

de otras maneras,

ahora que,

las ruinas de tu cuerpo

amanecen vulnerables,

ahora que 

la confianza 

de tu jovial carne 

se retira.

Han transcurrido las tardes,

estragos han hecho de ti.

¿Adónde tu orgullo?


¿Adónde tu labia empoderada

en el óvalo de tu reflejo?

Te han vuelto humilde

las primeras canas.

El sabor amargo 

de la decadencia

que llega sin sabiduría

y sin alegrías

que no supiste atesorar.


Mujer de madurez marchita,

¿por qué sigues buscado el amor?

Si lo encontraras,

desearías no haberlo invocado,

pues el amor visita

sólo una vez nuestros corazones

y sólo esa vez puede brillar

con más intensidad

que el sol.


*Detalle de la fachada del palacio construido por Adrián Ximénez de Almendral en 1760 y después propiedad de los condes Heras y Soto. Calle República de Chile 8, Centro Histórico, CDMX. 

sábado, 24 de febrero de 2024

TRISTEZA

 


Hay una tristeza

en todas las cosas,

una niebla indescifrable

que brama y que jadea,

cierta tesitura astral

temblando de melancolía.

 

Hay una tristeza

en tus cuarteados labios,

un lamento intraducible.

La hay en tus ojos

que apenas

perciben los míos.

Más allá de tu cuerpo,

hay un trágico aroma

que persiste y persiste

en rodearte con su manto.

 

Esa luz opaca

dejará más tristeza

en todas las cosas.

En tu iris, sobre todo,

y por lo tanto,

en el amplio hueco

de tu pecho

que una vez alumbrado

se aprestará para albergar

la voz amarga

propia

de las cosas tristes.


domingo, 7 de enero de 2024

DE VANADIO

 


            A mi hermano Michel, el oráculo 


Entre el vapor y la memoria

me dijiste que no olvidara

cuando me bañaba en los pasillos

de aquella casa amarilla bajo el zapote,

donde había un jabón rosado

con su cuadratura fugaz,

después de jugar con el barro

en el riachuelo de la calle.

Que sería poeta

y que mis versos serían aguijones.

Que debía sumergirme

en la ebullición de las aguas

y los manantiales para sanarme.

Que mi color sería el rojo

como el vanadio latiente y el ocaso.

Que al sustraerme de la realidad

estarías allí para traerme.

Que no regalara mis estrofas

ni arrojara perlas al lodazal de los otros. 

Que alguien más vendría tras de mí

para reemplazar los horizontes.