lunes, 23 de mayo de 2022

HOGAR

Una nube gris

cobija era del mundo

y un cíclope de piedra

me cubría de viento.

 

Un millar de espinas

mi fortaleza era

y un barranco el foso

de mi castillo.

Dos aves en mi árbol,

jugueteando.

 

Yo,

inmerso miraba

en la ventana

mientras afuera gemía

otro oráculo.

 

Debo regresar a casa.

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