martes, 6 de mayo de 2014

DELIRIO (soneto)

Embriagadora delicia espontánea,

custodia perpetua, en vilo radiante,

dicta mi labia, caricia de amante

y evoca mi piel la piel de tu palma.

 

Destello vivo de abundante calma

tumbado bajo el vacío imperante,

de signo ausente, de fino diamante

huyendo a ciegas de tus ojos flama.

 

Sin mácula ha sido, esencia de lirio,

envanesce altiva en hondos placeres,

ya sean de materia o de martirio.

 

Creamos criaturas hechas de vidrio

acallando ese hastío entre paredes.

Así vino el sueño, así aquel delirio.


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