Combustión futura
El destino se alza como serpiente
y desciende al foso del cuerpo rígido;
es cicuta, ósculo de áspid, suicidio.
Desdeña muerto y sus negras simientes.
No corran impías, horas vacías.
No ignores ese tiempo que aborreces,
despreciando el ayer que no mereces.
Frena tu mente, congela tus días.
Llegó el mundo incendiado; fue mi
culpa,
un reinado oscuro y tan comprimido
como una era de caos nos indulta.
Despierta la idea, el carbón y el
hombre,
sin predestinación altiva ni orden,
la impermanente combustión futura.
* * *
~Pachuca, 2003.
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