Arnold Böcklin, La isla de los muertos. (Die Toteninsel)
Arnold Böcklin, 1886.Óleo sobre tabla • Simbolismo
80 × 150 Museum der Künste bildenden, Leipzig, Alemania
Me
envinan ciertas palabras.
Si
digo árbol,
me
concentro en su corteza
y
lo aparto de sus ramas.
Si
digo lluvia, prefiero la centella.
Si
invoco al desierto,
me
postro en la arena.
Cuando
digo ave,
me
acuno en su plumaje.
Y
si digo hombre,
quito
todo el polvo de su rostro
para
ponerlo entre mis manos.
E
irremediablemente,
esto
se debe a que me adhiero
solo
a las partículas eternas
destinadas
al olvido.
* * *
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