lunes, 27 de febrero de 2023

EL ESPÍA

Un gorrión oculto 

nos observa entre la malva. 

Si uno fuera transparencia, 

lo real nos parecería etéreo

como un ala de ventisca. 

Así, 

treparíamos andamios 

de alto voltaje 

hacia diáfanas alturas   

al otro lado de los muros

donde está lo incognoscible. 


Cantando 

y apegados al trino de la muerte,

dejaremos que el sol

transparente los trigos 

y nos colme 

con el esplendor de sus dedos

hechos de luz. 

Nosotros, 

con la pluma como cetro 

lo aniquilaremos todo  

con tan solo esbozarlo. 


Abrazaremos al lirio por el tallo 

que apenas asoma su loto

sobre el agua

para heredar un vasto reino

sostenido por cañaverales 

y juncos quebradizos. 


Muy cerca, 

imperios de humo levantados 

por voces que se arremolinan en los caseríos 

de grisácea mansedumbre 

se erigirán para anidarnos.


Un gorrión oculto nos observa 

y nos consuela. 

viernes, 6 de enero de 2023

FRIDA, DIEGO Y YO

 


En una mañana dominical,

Frida, Diego y yo

caminábamos bajo la floresta.

Frida se ofreció a cargar mi portafolio

con algunos asuntos legales

y poemas sueltos

escritos con pluma fuente,

a la vieja usanza y conforme

las tradiciones císnicas lo exigen.

 

Ella me preguntó

si era necesario seguir

la lucha por el pueblo,

arriesgarnos a que nos dijeran

anarquistas, chairos, comunistas.

Yo le dije

que era parte del destino:

Vivirlo todo,

experimentarlo todo,

incluso ser revolucionarios,

apóstatas, herejes, mártires,

pero que el vértice primordial

fuera siempre nuestro arte.

Arte con pinceles,

arte en los murales,

arte en la palabra,

arte en uno mismo.

 

Diego imaginaba

el retorno de las glorias pasadas,

en los recintos académicos

y los palacios nacionales.

Frida volvería a desnudarse

para ser plasmada,

si no por su propio pincel,

sí por la lente atónita

ante la glorificada musa.

miércoles, 21 de diciembre de 2022

INFORME DE UN ECOCIDIO

Al monte lo han rajado,

al árbol le han cercenado sus tobillos

y a mí me han roto el corazón.

So pretexto del progreso

asesinan impunes la natura,

so pretexto del dinero

asfixian a las aves y los cielos.

Nada justifica este ecocidio,

bien habrían cavado un túnel

para salvaguardar

al cahuiche y al petirrojo.

Pero el progreso que cultivan

es el manso beso de la muerte.

 

Se engañan

queriendo engañar al destino.

Vendrá un revés profundo,

el golpe definitivo para apaciguar

la codicia de la turba

que sobre jeeps y cuatrimotos

enmudecen el canto del cenzontle

y perturban el sueño de los peces,

queriendo exprimir

hasta el último rescoldo

de bonanza y de paisaje.

 

Dinero, dinero, dinero.

Agiotistas, banqueros y bufones.

El dinero es de los muertos.

Negocios, proyectos, dividendos.

Pero Caronte sólo pide

dos monedas por su oficio de barquero,

no necesitamos más

para un paseo en lancha y sin retorno.

 

No entienden que la magia

de un pueblo es que permanezca pueblo.

¿No han entendido que la magia es

ver un monte sereno,

al prisma con sus vértices intactos

y los manantiales cristalinos?

Pero todo lo queremos ver ciudad,

un circo, un carnaval,

una gran fosa y la zalea

de un cacomixtle disecado

en cada chimenea de sus cabañas.

 

Querrán beber la magia de los bosques,

cuando el desierto impere.

Querrán caminar junto a los ríos,

cuando el pecho de la peña seco quede.

Barrenan toda luz como el gusano,

Barrenan la esperanza

y perforan la médula del árbol.

Nosotros somos los gusanos.

 

Sus chalets

estarán rodeados de muros

pero no de encinos,

el agua que beban

estará envenenada por tanta cañería

y con los ácidos del artificio.

Cada gota costará

lo que a la naturaleza le ha costado

armar de alas a la oruga.

Y nadie podrá pagar ese precio.

Jamás podremos saciar

el vacío ventral que nos aqueja.

 

Cada que queramos capturar lo bello,

se fugará al instante.

La belleza no nos pertenece.

La belleza huye del caníbal.

La belleza aborrece la política.

Todo quedará bajo el concreto

y la única magia

que se ofrezca a los turistas

será un charco sucio con sapos

rodeado por un par de sabinos.

 

Y seguirán pagando

por mirar el espectáculo

de esta naturaleza que agoniza.


lunes, 14 de noviembre de 2022

EL BONSAI Y LA KATANA (soneto)

                 


 










             Para Martha Obregón Lavín

              con amistad y afecto. 


Hoy me siento más cerca de las letras

que de la propia carne de mi cuerpo,

la misma carne que aprisiona lento

en el invierno de praderas quietas.

 

Hoy me vino el vino de un haiku suelto

como una flor en el cerezo envuelta

en meditación tan profunda e incierta.

con sus tres versos de katana puestos.

 

Su imagen es un saque apetecible.

Bajo un bonsái de capilar funesto

un samurái con armadura y sable.

 

Me siento tan alejado del resto

de cuya letra es grieta venerable

y mi poesía un cantar modesto.


sábado, 15 de octubre de 2022

LA DESPEDIDA


Me esperó solemne 

a que regresara del infierno

donde la gran ciudad colapsa. 

Estaba extendido, 

exhausto de esta vida

pero tenía aún las fuerzas 

para ronronearme tiernamente.


Esperó a que la muerte 

dejara de tentarme tan discreta 

y él se le ofreció en sacrificio

para obsequiarme 

unas bocanadas más 

a este portador del fuego.


Me dejó 

devolviéndome todas las caricias 

que le profesé por las mañanas, 

y todas esas palabritas dulces 

que inventé para su oído.


Me dejó 

para que yo atestiguara

de una forma seca pero hermosa 

que todo se marchita 

para abrirle paso a los inviernos.

sábado, 24 de septiembre de 2022

LA LISURA DE TU VOZ

 

                              Hans Giébe, autorretrato (2022)   

                           

Aquel labial 

al filo de la copa

no era tuyo, 

pero hay 

una manera de saber

si ese resplandor

fuera acaso un abalorio

que hablara sobre ti. 

Si esa forma de caricia,  

que aún me hiere

fuera acaso 

un filoso tajo al viento, 

de alba en alba, 

en el hueco abocardado 

en lo distante. 

Quizás hayamos habitado 

otros cuerpos, 

otras sombras,

repitiendo símiles anhelos. 

¿Te acuerdas de la diáfana luciérnaga

bailando en la orilla del cristal, 

y del vestido que moldeaba

tu silueta con pétalos negros 

en ollines apacibles? 


Aquel labial 

al filo de la copa

no eran tuyo. 

Y me fui, 

pero se quedó mi fuego, 

la lisura de mi voz ardiente, 

y mi cabello salvaje

sobre cada monumento. 

Mis latidos me llevé 

entrecortados por dejarte. 

Pero se quedó mi rostro, 

uno que enmarqué 

de letras y vacíos 

al muro tatuados. 

Quise no irme

y dejarte el aroma del relámpago, 

mi niebla toda 

en el encaje de tus manos. 


Aquel labial 

al filo de la copa

no era tuyo, 

pero me bebí el vino 

asentado hasta su fondo. 

Un vino de vergeles afrutado

y colmado de ilusiones. 

miércoles, 24 de agosto de 2022

EL RÍO DE LAS LAJAS


Descanso sobre alfombras  

de helechos que bostezan 

en onduladas picas

de isocieles y de clorofila,

sobre musgo y sobre piedra. 

El agua es cabellera

alrededor de pétreas cuencas 

en palaciegos patios de granito.

Aquel árbol hiende la luz

con su fémur hueco 

en los poros de su dorso. 

Cada golpecito 

del agua sobre el agua

interpreta música sedante

mientras un bosque mitológico 

vigila sabio, imperturbable. 

Alusión al gigante 

que prefirió contemplar 

antes que dar la zancada 

de los que mueren a prisa 

en las ciudades.

Retoños lenguados, 

palmas invertidas de gamuza,

sapos, mariposas, peces. 

Caminantes 

de una tierra sin fin. 

Estrellas negras de obsidiana 

que brotan de la tierra 

para alumbrar a un prisma

que se hermosea a sí mismo 

cuando se repliega con los suyos.