Entorno
Con
el humor de una vela
que
se eleva
sobre
el estatismo cotidiano
bajo
el sórdido clamor de algunas bestias,
se
congregaron en el cielo
los
suspiros
para
endulzarle los labios a la nube.
Tan
gris de tantas penas
tan
liviana muchedumbre.
A
veces, no le veo sentido
a
los milagros de las aves,
al
cascarón musgoso,
féretro
espiral de caracoles.
No
le encuentro sentido
a
las demasiadas bocas estruendosas,
a
sus deleznables ambiciones.
Entonces
vuelvo
a
consultar la sabiduría arbórea
en
medio de un claro
rodeado
del verde que rehúye
al
color de las pantallas.
Me
inclino a descubrir la redondez
en
el sombrero de una trufa.
Carpe diem,
sugerían los estoicos,
por
cada día aprovechado,
pero
aprovechado en lo pequeño
de
los detalles que se arrumban
en
un entorno cotidiano.
Tizayuca, 19.05.2019