Un
cisne podría ser encontrado
por
otro cisne con igual blancura
que
sea su espejo, un alivio y cura
de
igual esencia e indivisible canto.
Puede
ser visto el solitario cisne
en
su misterioso lago real,
siguiendo
estrellas de halo boreal
junto
a la aurora que a morir resiste.
Los
delineados ojos de la hembra
reconocen
la sinigual sustancia,
la
deliciosa alquimia que me engendra.
Plumajes
elegantes, sin malicia,
ese
beso, el trocito de una almendra,
de
un amor que sin mácula reinicia.
Puerto de Veracruz, 2017