sábado, 31 de agosto de 2013

LA ESPERA (soneto)

¿Cuántos sueños deberán pasar a tu regreso?

¿Cuántas noches de invierno sin rondar esperanza?

Minutos que devoran, certeros como lanza.

El dolor es mi sombra, calabozo del preso.

 

¿Por qué, por qué nos habrá olvidado la inocencia?

El ayer, una pérdida, lánguida añoranza.

El ayer sostiene mi vida, tan quieta y mansa.

Tiempo, enemigo del ser, señor de su impotencia.

 

Con amargura a los relojes viejos ensanchas

deponiendo la nieve en vertiginosos fríos,

refundando los abismos con copiosa escarcha.

 

Llegarás repentina, con nueva luz y plena

para eliminar la rigidez de los impíos

y avivar esos latidos de la luna llena.

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