Sólo
hay cuatrocientos pétalos
tres
vertidos en mi canto,
los
cenzontles y otros pájaros,
con
aroma azul de llanto.
Hoy,
yo amanecí con hambre,
hoy
saciaré mis tres penas
con
la música elegante
y
mirando las estrellas.
Toda
mi familia se une,
Nuestra
fiesta es más que alegre.
A
humo, incienso y a mirra huele:
es
primero de noviembre.
Nosotros
no nos morimos,
continuamos
existiendo,
entre
risas y festejos
y
canciones compartiendo.
Los
nacidos mexicanos,
entre
sol y tierras ricas.
Los
nacidos milenarios,
antes
mayas y mexicas.
***
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