jueves, 11 de septiembre de 2025
martes, 26 de agosto de 2025
martes, 24 de junio de 2025
LUZ A LA LUZ
Al gran poeta y amigo, Genaro González Licea
El poeta debe ser la herida,
una herida que hiere y ensalza,
que ampula y explota
sin cauterizar el laberinto.
Una herida que revienta
a todo aquel
que no haya estado herido.
A quien le falte una incisión,
que acuda a la navaja del poeta
para punzar allí
donde el nervio salpica
los impasibles rostros de la bruma.
El poeta envía un telegrama
a la neurona
para que siga azuzando la sangre.
Porque, alarido es la herida,
y la garganta un remolino
donde se aviva.
Es el cabrilleo de un quásar,
a su suerte abandonado,
para dar a luz
a la luz.
Alguna vez
el poeta metió su mano a la bolsa
de un pantalón descolorido
como buscando una moneda,
pero solo palpó un agujero
que lo tocó primero
con su oscura cicatriz
y algo de pelusa
de un vacío que se vacía.
Bebió del cuenco de sus manos
la tristeza de la infancia,
llenado muchas veces
por goteras de una casa
enyerbada entre la milpa.
La lágrima se evaporó
mientras el poeta era un petirrojo
avasallado por la lluvia,
y su recuerdo,
un mural herido
agrietándose en el otoño.
El poeta
aún se hiere en las madrugadas
consigo mismo,
en la alcoba del ente,
tan gélida
como la soledad de los muertos
y más dura que el basalto
aromado por un grano de café.
Él escucha para sí y traduce
el susurro de los grillos,
el rezumbar del mosquitero
que ha atrapado
las variadas notas y los timbres
con la lengua de los sapos.
El poeta ve
en el blanco de la hoja
la muerte de todos,
y, la muerte del todo,
en la punta de su pluma.
Jamás le faltó projimidad
ni empatía con los caídos.
Él, se quitó
el pan de la boca
para colocar un verso
en la boca del enfermo.
Jamás le faltó nada,
pues siempre tuvo a la poesía.
Ese poeta
quiso dejarle una herida a la vida,
y lo logró.
Recordarle que,
él fue la herida
mucho antes de la herida.
viernes, 30 de mayo de 2025
EL ÁRBOL DE FUEGO
Para celebrar la primavera con vehemencia
y disipar los cirros en el aire,
he avivado la ráfaga fueguina
en cada lengua de la rama.
A cambio,
he recibido del dorso
de un maravilloso árbol de fuego
el perfume de una amante
en un sarcófago de ámbar
cubierto de lúbricas canciones.
Mujer,
¡cuánto mundo te he perdonado,
cuánto respiro terrestre
destilando su jugo en las esteras!
Para seguir exhalando en las cumbres
los rubores de la tarde
como guardian y fogonero,
como esos poetas y chacales
que al diablo custodian
para apaciguar su intensa llamarada.
Ese árbol de fuego
que por las noches ha velado mi sueño
y por las mañanas yo el suyo
ha crecido en medio de la urbe,
adornando cementerios de concreto,
tan mecánicos y estériles,
como un termitero de carne.
Al cobijo de un árbol de fuego,
me vi bailar
con ninfas y faunos
incitándolos a la prostitución.
Una fiebre me arropaba
como una marea de luciérnagas
a contra viento
y una cimitarra que con su filo
dividía el rojo y sus contornos.
León, Guanajuato.
jueves, 24 de abril de 2025
LA ESCAMA DEL AMANTE (Octosilva)
Culebra chirrionera o serpiente látigo rayada
(masticophis laterales)
El centígrado punzante
delineó gustoso el algodón etéreo,
la feral corchea en el dorso del diamante
y las formas de la nube.
Su látigo fue el siseo,
trinchete gustativo que elevaba al cielo
enroscado breve en radiantes mirasoles.
Un coágulo brillante
cayó en el adoquín de esmaltes y de vértebras
bajo columnatas de terso camuflaje.
Hermosísimas serpientes
arrullando a las rocas con su pecho urente,
con un colmillo de cicuta y de deseo
y en su ofidia lengua el verbo
con la perpetuidad del sol y sus clamores,
de amores varios consumados en penumbra.
Miedo siempre compartido,
de engullir o ser mordido
por un temblor abigarrado de apetitos
y geometrías de delicioso trazo
en la escama del amante.
lunes, 24 de marzo de 2025
TODO EN TI ES LÁGRIMA
¿Qué me dices
de los pies cocidos
puliendo las banquetas?
¿Qué me dices
del cansancio primordial
en la boca de los cántaros?
No basta una semilla con alas
aferrándose a los vientos.
No basta un ente de penumbra
al desplegar sus alas
para apapachar la noche.
¿Acaso son tus ojos
los que se fijan en la charca
dispuestos para sepultarse?
¿Acaso es el antílope
cuya órbita visora
se asfixia en el colmillo?
Toda silueta es aleatoria
a su propio engrane
de pura ensoñación.
Una moneda en el ojo
para que vuelvas a casa.
Una moneda
para tu peaje de retorno
a las púrpuras llanuras
y al añil de la laguna.
Hombre mínimo.
Mujer mínima.
Ser con huarache en el asfalto.
Ser con el rebozo de luto.
Todo en ti es lágrima.
Todo en nosotros,
despojo.
jueves, 27 de febrero de 2025
ANÉMONAS
Claude Monet
Envuelve
mi cuerpo con tu cuerpo
hacia el cauce del rojo coral
y sus carnosos humedales,
a la pequeña boca
de anémonas risueñas.
Allá abajo,
navego y navego
inerme a la deriva
y en restriego suave
de nubes saladas.
Envuelve
mi cuerpo con tu cuerpo
en la perpetua arena,
en la plenitud del océano
cuando lleno con semillas
tu mano, tu espalda,
y con mi gran pincel
embadurno de perlas
tu vereda de vértebras
en el lumbar naciente.
Marina dicha de siameses
antes de volver el sol,
pues a pesar de ser
un obseso diurno,
todas mis creaciones
son nocturnas,
porque venero
el sopor que viene
como respiro suave
del clamor y la agonía.
sábado, 25 de enero de 2025
ILUSIONES PROPIAS
No cometeré el error
de no vivir en el incendio
como aquellos que le rinden culto
a la materia.
No vacilaré
en desdeñar la opacidad de los templos
que desprecian
la urente fragancia de la carne.
No dimitiré
sin haber explotado delicadamente,
y de nariz en nariz,
cada rostro de los girasoles
empotrados en la sequedad
del firmamento.
Que la locura borbotee
en sus semillas
y sustituya los vanos artificios
de los que nunca amaron.
Que la locura se propague
porque vulnerables son
al carbón enrojecido.
Ojalá que el delirio se derrame
en la frente y en la vista,
en la cavidad del oído,
porque amar
es arriesgarse siempre
cual maraña
en la flama del anhelo.
Amar,
definitivamente,
es un morirse de a poco,
cargando las ilusiones propias
y sosteniendo las ajenas.