jueves, 30 de junio de 2022

UNA ILUSIÓN


Tu imagen, 

miel solar que me aprisiona

y que atraviesa una cortina

tostada por la luz, 

se detiene, 

dejando entrar el aire

por los diminutos poros 

de una habitación ajena. 

Desnudez la tuya, 

desnudez la mía. 

Ambos cuerpos que se niegan  

a la tempestad de los años.

Una vez afuera, 

se desmorona la tarde, 

se desvanece la nube

mientras en el retrovisor

miro tus ojos.

Aún palpita en ellos

toda cosa viva, 

todo fuego 

agazapado en tus pestañas. 

Pasamos 

aquellos llanos incendiados 

para ver cómo agonizaba

la montaña,
la hoja del maíz, la cebada, 
y cada insecto 
dormitando bajo el pasto. 
Lo nuestro se diluye, 
pero tus labios,
aún resguardan suaves 
su jugo radiante  
que supo apaciguar la muerte 
y cada hora de tristeza
arrinconada en mi cabello.

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