miércoles, 28 de julio de 2021

Ir al origen


Aún sostengo 

una leve afición por el vacío 

y el té de menta. 

Mientras ejerzo la escritura, 

arrastro toda letra

de atrás hacia adelante, 

y las musito tiernamente. 

Gotea mi pluma 

aromas lácteos y terrosos 

bajo la almohada. 

La vigorosa tinta expulso

de mi cálamo punzante 

y el almizcle de su verbo. 

Ascua de carne

humedad galvanizada. 

Una glándula en su valva 

respirando hondo, inabarcable. 

Priístino es mi trance 

con la palabra diurna. 

Un amanecer entrecortado 

bajo la luz naciente. 

Ambivalencia creciente 

en el diámetro modesto  

de la pupila que arde. 

Avanzar es ir al origen.

Escribir es un espejo, 

Una vuelta, es un eco 

de la voz desparpajada 

en inhóspitas blancuras. 

Leerse a uno mismo 

es un ir hacia las sombras.

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