martes, 26 de agosto de 2025

NO ARROJES TUS POEMAS

                       Mural bajo un puente en Tacubaya, CDMX


No arrojes tus poemas a los cerdos,

pues tú dialogas con la eternidad.

Por insignificante que te vean,

una flama prometeica te envuelve

y en las nubes embarras 

lo kilates de tu esencia.

 

No concedas tus poemas a los cerdos,

intercambia poemarios con tus pares,

así hayan sido escritos

con el carbón de un lápiz mordisqueado

sobre papel estraza

y dos grapas por sutura.

 

No declames tus poemas a los cerdos,

maldícelos, 

porque jamás se han enamorado de un poema

que es una bolita afrutada

con su redondez de uva

no apta para sus hocicos. 


No regales tus poemas a los cerdos

ni la belleza que resguardan,

pues se te han dado en comodato

con su geometría y otras perfecciones

de prisma empotrado en el silicio

y el arte de lo non finito.


Jamás les vuelvas a arrojar tus poemas a los cerdos. Jamás.