jueves, 30 de abril de 2020

LA ROTURA

Es posible que la vida transcurra

fuera de mí,

que haya sido expulsada

por la garganta fría de una boa.

Es posible que me haya abandonado

como los gorriones

cuando dejan el nido desecho

por un granizo metrallado

desde arriba.

Me dejas desnudo aquí,

para ser espectro vigilante,

protector del caos,

un paciente anacoreta

en espera del derrumbe.

Soy esa rotura en la porcelana

que consterna a quien la mira

por sus intrincados centelleos

de relámpago hecho miniatura.

Me has dejado

al margen de una lápida

junto a un tulipan negro

y una flauta quebradiza.

Tirado en la orilla

de ese brevisimo oleaje

de los charcos arcillosos.

No soy un poeta,

soy una pluma que danza

mientras el rocío dispersa

su música inaudita.

Vida, te disipas

en la exactitud de la grieta

que se truena

abriéndose camino

dentro de mí,

pedazo a pedazo.

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