lunes, 22 de septiembre de 2014

SATORI




Es el efecto de todo vacío en la nervadura,

la sincera comicidad de una pluma

que ha caído en el arroyo.

Presentimiento de saberse en el allí.

Ahogarse en uno mismo es ahogarse

sin hipocresías ni retorno.

Un valor único

a la vida pertenece:

la sensación,

que es emperatriz totalitaria,

el justo tirano para estos cuerpos

imperfectos.

 

Si fuéramos únicamente sensación,

sin necesidad de quebrantar

este callejón pulimentado

por la gracia de las insidiosas moscas,

bien podría llamarse paraíso.

 

Si tan solo en esta médula

de ciego mirar

no hubiera pensamientos,

tan sólo sentires,

un nirvana asequible

bien podría manifestarse

en nuestros labios.

 

Un satori colmado de silencios.

 

Si tan solo sensación fuéramos,

como diente de león arrastrado en la tormenta,

vida pura probaríamos sin descanso

hasta fundirnos en nosotros mismos,

ya sin límites,

ya distantes de confines.


                  *             *              *

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