Encadenado Prometeo yace,
el titán con la entraña renovada
que eviscera diario la garra alada
y castigarlo una y otra vez le place.
Brisa de mar que alivio da salada
y al cielo no permite se destace
a ese ladrón del fuego que renace
sobre cada suspiro en alborada.
El hígado trozado les complace
pues le robó a Helios la chispa forjada
y ser del hombre su inmortal enlace.
Benefactor de la flama dorada
encadenado Prometeo yace
por bien burlar la voluntad sagrada.